Flores en abril… mil

Arrancamos abril con un par de refranes para destacar lo especial de este mes, ¡que nos encanta! “Nada como abril; ríete del mes de mayo”

Arrancamos abril con un par de refranes para destacar lo especial de este mes, ¡que nos encanta! “Nada como abril; ríete del mes de mayo” y El invierno no ha pasado hasta que abril no haya acabado” son los elegidos para comenzar a hablar del tema estrella de este mes: “Las flores”.  Pero habrá más, el refranero es también fan de abril, así que… ¡a disfrutarlo!

Uno de mis refranes favoritos, uno de los que mejor describe la primavera, y más el mes de abril, es “Sale marzo y entra abril, nubecitas a llorar y campitos a reír”. Abril es un mes muy llorón, sí, pero como dice el refrán de cabecera de este mes (“abril, aguas mil que todas caben en un barril”), todas las aguas de abril caben en un barril. Las precipitaciones son innumerables, pero muy ligeras. Aunque parezca que va a arder Troya por los nubarrones que se avecinan, se trata de un ratito aparatoso y nada más.

Pero ese “nada más” es vida. Se trata de la primavera, exultante, imparable, embriagadora. Llegarán las campiñas florecidas, primero con algunas alfalfas y colzas, y después con avenas y remolachas, que darán paso, a partir del día 15, a las amapolas y manzanillas. Eso, sin contar con su majestad el cardo que nos honrará con muchas especies.

Los bichos, a todo esto, se despiertan en tropel. Las lagartijas, los erizos, los sapos y alguna culebra se adueñan del suelo. En el aire, los mirlos y ruiseñores cantan de una forma tan arrebatadora que no te dejan cerrar la ventana. El cuco se escucha nítidamente a lo lejos, y la golondrina vuelve, y volando tan cerca tuyo que te tienes que apartar. Y en todos los sitios, por doquier, los insectos y demás artrópodos se adueñan… ¡de todo! (no, no te librarás del pulgón de abril).

Los días empiezan a ser largos y a la segunda quincena de abril se la conoce por el veranillo de las lilas. ¿Hay quién dé más?

¿Qué está pasando en tu jardín?

Abril es el mes en que la rocalla luce más. Muchas especies alpinas florecen ahora y se pegan a las piedras con sus vegetaciones floridas, que en ocasiones no levantan más de 10 cm. Son alfombras de colores. En las alturas, los árboles de flor se enseñorean del ambiente, liderados por el gran jefe cerezo. Y ahora mismo:  

  • Los cerezos (Prunus avium) se visten de blanco. O de rosa, o de rojo. Es cierto que los cerezos del huerto son blancos, pero los de flor como el de la fotografía (Prunus serrulata)  cuentan con mucha más policromía…, y ni una cereza. Disfruta el espectáculo porque no dura mucho.

  • Las forsitias (Forsithia intermedia) destacan en la rocalla. Con sus 80-100 cm de altura recortada (pueden alcanzar dos metros) y su miriada de flores por metro cuadrado, las forsitias  crean el efecto de alfombra florida en amarillo chillón. Su hábito rupícola (amigo de las piedras) agiganta el efecto al ceñirse el tapiz vegetativo a las rocas, llenando llagas e intersticios con sus vástagos arqueados.

  • Los laureles (Laurus nobilis) comienzan su floración. Las flores estrelladas (abajo), crema o amarillas, superfragantes y mielíferas, comienzan a aparecer de forma tímida y se van a prolongar todo el verano. Si tu ejemplar se mostrara muy grande y despoblado, estás a tiempo de efectuar una poda de rejuvenecimiento.

¿Qué va a pasar?

Los días son cada vez más largos y a lo largo del mes se alargarán una hora y cuarto. Ese tiempo pásalo en el jardín, esos atardeceres son únicos. Con tiempo despejado apacible y soleado suben las temperaturas y de repente te sorprenderán las lilas, precedidas por su aroma, los árboles del amor, los espinos de fuego…

  • Florecerá el árbol del amor (Cercis siliquastrum). Con esas flores casi sin pedúnculo (de ahí lo de árbol del amor), entre fucsia y púrpura, el también llamado árbol de Judas completará el “espectáculo lilas” en el jardín. Ambos conseguirán un toque romántico, tan evocador y moderno a la vez. 

  • Aparecerán las lilas (Syringa vulgaris). El veranillo de las lilas sucede en la segunda quincena de abril. Es el momento en que puedes formar un escaparate azul, con una fragancia exquisita. El lilo no es un arbusto caro y su obtención es fácil mediante estacas o acodos. No tienes excusa para no rodearte de ellos.

  • Tratarás el pulgón. Con tenacidad, y en notable número, se llenarán algunos brotes y capullos de pulgones. Trata las especies más afectadas en orden a controlar su presencia, sin eliminarlos. A su alrededor se producen muchos fenómenos ecológicos de primer orden y la biodiversidad es, de verdad, lo primero. Puedes recurrir al inocuo ahuyentador jabonoso, que puedes elaborar con un par de cucharadas de escamas de jabón neutro y 2 cucharadas de alcohol en un litro de agua.