Mantillo, el empujoncito que el césped necesita

Mantillo, el empujoncito que el césped necesita

Mantillo es la palabra clave para estos días de tiempo inestable. Este es el momento idóneo para que tu césped se ponga verde y tupido.

Mantillo es la palabra clave para estos días de tiempo inestable. Este es el momento idóneo para que tu césped se ponga verde y tupido. Existen dos tendencias muy claras respecto a cómo tratar el césped en esta época del año.

Los hay que creen que lo conveniente es cubrirlo de mantillo antes del frío para abrigarlo y evitarle sufrimientos invernales. Esto no resulta en absoluto eficaz… ni conveniente. Tapar la hierba con una opaca manta negra ocasiona putrefacciones, incrementa la presencia de musgos y sobre todo, debilita las plantas, que tienen todo lo que necesitan a ras de suelo.

Sin embargo, hay quien defiende que dejar desprotegida la pradera durante el invierno la fortalece y obliga a las plantas que la componen a buscar agua y nutrientes en las profundidades del terreno, evitando muchos padecimientos futuros por sequía o falta de riqueza del suelo.

Así que te aconsejamos que ahora, con la primavera recién estrenada y aprovechando estos días frescos y húmedos, lleves a tu jardín unas cuantas sacas del preciado mantillo, para repartirlo sobre tu césped en una capa de 1-1,5 cm de espesor.

Es importante adquirir el abono orgánico en un abastecedor de garantía, no vaya a ser que cuente con hongos indeseables, o las aún más indeseables semillas de malas hierbas. Cuántas veces tras un mantillado aparece una legión de tomateras, ortigas, trébol…

Para que no se produzcan aterronamientos o acumulaciones de mantillo en algún punto, cosa que podría producir calvas por pudrición, nada mejor que extender el producto con la pala, verificando que el giro de la muñeca permite el reparto uniforme del mantillo sobre la pradera.

Al tratarse de una tarea pesada, cuando el tamaño del césped es superior a 500 metros cuadrados, se recomienda efectuarla entre dos personas: una que deberá acarrear el mantillo y la otra que deberá repartirlo…

Una vez repartido el mantillo, es importante efectuar un riego de acomodo para favorecer la posterior penetración de los nutrientes. No es preciso regar con gran cantidad de agua; se trata de humedecer la primera capa para evitar imnpermeabilidades y permitir que las aguas de lluvia se aprovechen en su totalidad.

A la vez que se extiende el mantillo por la superficie de la pradera de césped, conviene aprovechar para echar unos cuantos puñados de semillas con la misma formulación de siembra de la pradera incial para conseguir le repoblación de las calvas que se hayan arrastrado desde la temporada de uso y disfrute del jardín anterior.

Desde el momento en que la materia orgánica cubre parcialmente el césped, el tiempo corre a nuestro favor. A medida que vayan penetrando los nutrientes a las profundidades del suelo por el agua de lluvia y riego, quedará enriquecido y con numerosos elementos y compuestos a disposición de los sistemas radiculares de cada una de las miles y miles de plantitas que componen una pradera de fina hierba. Objetivo: el disfrute de la suavidad y la estética de un césped fuerte, renovado y sano.

 

Si quieres saber cómo elegir el abono perfecto para tu jardín, no te pierdas este artículo.